martes, 20 de marzo de 2012

Arrimar el hombro


Siempre me ha gustado formar parte de un equipo, de un grupo humano que trabaja por conseguir un objetivo común y que además disfruta con el esfuerzo compartido.

Pues bien, fue esto lo que en principio me llevó a formar parte hace ya muchos años de la cuadrilla de costaleros y costaleras de la Virgen de la Misericordia en Ciudad Real. Esto, y el hecho de seguir luchando por la igualdad real entre hombres y mujeres en cualquiera de los ámbitos en los que me he movido en mi vida.

Me llamaba la atención la falta de mujeres costaleras y tuve el gran honor de formar parte de la primera cuadrilla mixta de Castilla la Mancha.

No fue fácil, primero por el rechazo de los compañeros de otras cuadrillas a los que no les hacía mucha gracia vernos en los ensayos y luego por otra cuestión más personal, mi estatura. Si, soy bajita, y eso me obligó a llevar un suplemento pegado al varal que más que un suplemento parecía un ladrillo forrado de rojo.

Pero vencidas las dificultades del incio, el dolor de hombro de los primeros ensayos y las sonrisitas burlonas de algunos, recuerdo esos años como unos años muy felices. Recuerdo las comidas de la cuadrilla y los Jueves Santos por la noche mirando el cielo hasta altas horas de la madrugada preocupada por una lluvia que estropease el trabajo de tantos meses.

Cada etapa en el camino va formando lo que somos y ahora que se aproxima la Semana Santa me siento orgullosa de esa etapa que me enseñó a arrimar el hombro, a no perder el paso y a ser una más entre muchos de ellos.

miércoles, 7 de marzo de 2012

De hombres y mujeres

He leído dos ruedas de prensa, tres artículos de opinión y un estudio sobre el lenguaje no sexista con el objetivo de escribir hoy en el blog con toda la información que pudiera recopilar a estas horas de la noche, después de un largo día de trabajo.

Os aseguro que la lectura ha sido interesante y enriquecedora pero voy a contaros lo que pienso y lo que siento.

Si una mujer tuviera que llevar uniforme por cada tarea que desempeña a lo largo de un día necesitaría tener un armario enorme. Y muchas antes que nosotras han luchado por eso, por no tener únicamente el uniforme de criada del marido y cuidadora de sus hijos y sus padres y poder así ocuparse además de todo aquello que le diera sentido a su vida.

Ningún ser humano debe ser privado del derecho a decidir, del derecho a escoger, del derecho a expresarse, del derecho a vivir y desde luego la causa de la privación no puede ser el haber nacido mujer.

En ocasiones cuando pienso en la igualdad real entre hombres y mujeres mi horizonte es corto y miro la sociedad que me rodea. Pero si amplío ese horizonte el panorama de miles de mujeres es desolador. La lucha está aquí pero también por lo que pasa más allá. Las costumbres y las tradiciones no pueden amparar injusticias y además tenemos que denunciarlas.

Siempre que llega este Día Internacional de la Mujer, hay muchos que se plantean si tiene sentido seguir conmemorándolo. Yo estoy totalmente de acuerdo con señalar una fecha en el calendario para conseguir que aunque pueda parecer que lo hacemos de manera rutinaria nos paremos a pensar.

Hombres y mujeres somos diferentes, pero no desiguales. Hombres y mujeres podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos aunque utilicemos formas distintas. La sociedad en la que vivimos y la que queremos para las futuras generaciones está formada por hombres y mujeres y para que sea una sociedad plena y democrática todos tenemos que participar por igual en su desarrollo.

El otro día le pregunté a mi hijo de nueve años en qué se parece a mí y me contestó: “…en lo hablador, en la forma de los ojos y en eso de creer que los chicos y las chicas somos iguales”.

jueves, 1 de marzo de 2012

Empecé en Jueves y terminé en Viernes


Cuando una llega a casa un día después de empezar un nuevo día (empecé en jueves y ya es viernes), se plantea entre otras cosas si ha merecido la pena. Lo repasas, recuerdas reuniones,charlas y momentos y como se suele decir de todo ha habido.

Pero yo disfruto. Me enriquezco con el contacto con la gente, crezco con las opiniones de todos y aprendo de la crítica. En este día tan largo he tenido de todo.

Desde que empecé en la política muchos y muchas me han hablado de que hay que ser prudente, que hay que medir cada paso que das y cada cosa que dices. Yo soy prudente, pero creo que nunca me he sentido tan libre como ahora.

Me gustan los lunes y un amigo me dijo hace tiempo, que no hay nada mejor que te gusten los lunes.

Después de escribir estos párrafos los amigos y amigas que tenéis a bien leer mi blog podéis llegar a pensar que hoy me han pasado un montón de cosas buenas, y no es así. Lo que si es cierto es que me han pasado muchas cosas. Nunca me ha gustado el gris, y cuando te pasan cosas tu vida tiene color.

La política te permite cambiar la realidad, mejorar siempre los proyectos, trabajar en equipo. Hay que recuperar la grandeza de poder dedicarse a trabajar por los demás. No quiero ser “clase política”, quiero ser yo y dedicar mis largos días a trabajar por lo que creo.

Si todo lo que escribo hoy suena a que estoy feliz, será porque aunque cansada estoy satisfecha con mi día.