Siempre me ha gustado formar parte de un equipo, de un grupo humano que trabaja por conseguir un objetivo común y que además disfruta con el esfuerzo compartido.
Pues bien, fue esto lo que en principio me llevó a formar parte hace ya muchos años de la cuadrilla de costaleros y costaleras de
Me llamaba la atención la falta de mujeres costaleras y tuve el gran honor de formar parte de la primera cuadrilla mixta de Castilla
No fue fácil, primero por el rechazo de los compañeros de otras cuadrillas a los que no les hacía mucha gracia vernos en los ensayos y luego por otra cuestión más personal, mi estatura. Si, soy bajita, y eso me obligó a llevar un suplemento pegado al varal que más que un suplemento parecía un ladrillo forrado de rojo.
Pero vencidas las dificultades del incio, el dolor de hombro de los primeros ensayos y las sonrisitas burlonas de algunos, recuerdo esos años como unos años muy felices. Recuerdo las comidas de la cuadrilla y los Jueves Santos por la noche mirando el cielo hasta altas horas de la madrugada preocupada por una lluvia que estropease el trabajo de tantos meses.
Cada etapa en el camino va formando lo que somos y ahora que se aproxima