domingo, 26 de febrero de 2012

Congreso Regional del PSOE


He pasado dos días en Toledo compartiendo momentos con compañeros de mi partido. Pensaba volver con más ilusión, pero solo vuelvo cansada. Tanto que esto no es una entrada, es solamente asomarme a todo lo que os quiero contar, pero tendrá que ser mañana.

Eso sí, os dejo una foto


lunes, 20 de febrero de 2012

Cargas policiales

Estaba releyendo muchas de las noticias que se han producido en los últimos días pero hay una que no deja de retumbar en mi cabeza con fuerza… “cargas policiales en Valencia”.

Afortunadamente nunca he tenido que sufrir la violencia que silencie mis palabras, mis opiniones y mis reivindicaciones. Afortunadamente era una realidad del pasado que formaba parte de mí, como todo lo que aprendí de los que estuvieron antes que yo.

Pero hoy, las imágenes y los sonidos de los estudiantes y los ciudadanos valencianos corriendo delante de la policía y tirados por los suelos, me ha hecho ponerme en guardia. En guardia ante este retroceso en todos los sentidos, ante la posibilidad de que unos pocos no permitan que otros defendamos aquello en lo que creemos.

Los ciudadanos de nuestro país estamos preparados para progresar con nuestro esfuerzo en la consecución de derechos, preparados para salir juntos de esta crisis sin dejarnos a nadie por el camino, preparados para vivir en paz, libertad e igualdad. Pero no estamos preparados para volver a correr delante del pasado, no quiero que me den esa posibilidad. Mis fuerzas y mi esfuerzo están en otras cosas.

Eso sí, si me persiguen por pensar y opinar, lo haré.

jueves, 16 de febrero de 2012

Retroceso laboral

Adjetivos como equilibrada y flexible no deberían aparecer calificando la reforma laboral que el Partido Popular ha llevado a cabo en los últimos días. Se deberían haber limitado a seguir calificándola como agresiva.

Es muy preocupante ver cómo en cuestión de tres meses estamos retrocediendo en el tiempo en lo que se refiere a la consecución de derechos. Muchos pensaban, no me incluyo entre ellos, que los logros que se habían conseguido con el esfuerzo de muchos no podían perderse, y se tildaba de catastrofistas a los que avisaban, entro los que sí me incluyo, de que todo podía cambiar.

¿Quién manda ahora en las relaciones laborales? ¿Quién decide cómo se trabaja, quién trabaja, cuánto se cobra por el trabajo y cuándo dejas de trabajar? Única y exclusivamente el empresario. La reforma laboral de Rajoy y los suyos encumbra la decisión unilateral del empresario como fuente principal para determinar las reglas del juego.

Después de leer una y otra vez un artículo de Antonio Baylos, profesor que tuve en la Universidad y que no me lo hizo pasar muy bien con la asignatura de Derecho Laboral, tengo muy claro el viaje al pasado que supone esta nueva norma. Él llega a decir que “una parte del empresariado exulta ante esta pieza legislativa expresiva de un clasismo que hace mucho tiempo no veíamos en el BOE”. Están locos de contentos porque son reconocidos como la clase dominante que tiene a un Gobierno que normativiza sus deseos y sus intereses.

Y de otro lado los desempleados, los de todos, porque también lo están los que les votaron a ellos y a los que engañaron con su eslogan, “¿Quieres trabajo? Vota PP”. Los trabajadores que ven que si enferman nueve días en dos meses, a la calle, que si el empresario dice que gana menos que antes, a la calle, que si el empresario no los quiere los despide porque la indemnización es tan pequeña que ya no lleva al empresario ni a tenérselo que pensar.

Claramente vemos que se puede retroceder, que se puede perder lo conseguido. No lo permitamos, sigamos luchando y reivindicando todos y todas, cada uno desde donde estemos. Yo no voy a dejar de hacerlo desde donde estoy hoy y desde donde me toque estar mañana.

martes, 14 de febrero de 2012

Y dice que quiere estudiar derecho

“Y dice que quiere estudiar Derecho. Y eso se puede estudiar aquí? No. Pues entonces quién se lo va a decir.”

Estas son las frases que pude escuchar una noche a mis padres hace ya mucho tiempo. Eran palabras llenas de tristeza, porque la niña, que era buena estudiante, no iba a poder hacer realidad su proyecto formativo ya que la economía familiar no se podía permitir el enviarme a la universidad.

Ahora no voy a aburriros contando todo lo que fue pasando, lo único destacable es que la decisión de implantar la Universidad en Castilla La Mancha cambió mi vida, una decisión política cambió mi vida.

Quizás por eso me dedico en cuerpo y alma a la política, porque creo que es una forma de hacer que las cosas cambien y sobre todo es el esfuerzo colectivo para hacer que cambien a mejor.

En los últimos tiempos me desayuno con recortes y más recortes en el campo educativo, y mi comunidad Castilla La Mancha es la que más ha reducido en formación de toda España.

Entiendo, comparto, defiendo y apoyo todos los movimientos que se están poniendo en marcha en apoyo a la universidad pública, porque la formación nos hace iguales y libres. Una sociedad que no forma con independencia de los recursos económicos de sus ciudadanos, no es una sociedad justa ni democrática.

jueves, 9 de febrero de 2012

“A los dieciocho años las convicciones son montañas desde las que miramos, a los cuarenta y cinco, cavernas en las que nos escondemos”.

Para llevarle la contraria al Sr. Fitzgerald, yo he llegado a los cuarenta y no quiero esconder mis convicciones y tampoco quiero esconderme yo. Por eso empiezo hoy este blog, para mostrar lo que pienso y para hablar de aquello en lo que creo.

Escribir no siempre me resulta fácil, me pasé mucho tiempo utilizando un lenguaje jurídico, trece años de ejercicio activo de la abogacía es lo que tiene, y ahora la preparación de ruedas de prensa o de notas como concejala también condicionan y mucho mi forma de expresarme.

Esto me preocupa. Antes me gustaba escribir cuentos pero ahora creo que me pasaría un buen rato buscando un titular para el mismo.

La mayor parte del día estoy hablando y en ocasiones no encuentro el silencio para pensar. Una página en blanco puede ser parecida a ese silencio en el que reflexionar con calma, sin las prisas del día, sin la presión de una agenda a la que a veces hay que grapar un folio porque no da cabida a todo lo que en ella quiero poner y que no siempre se corresponde con lo que realmente quiero hacer.

Para empezar, como es algo que quiero hacer, no anotaré en la agenda escribir en el blog.